viernes, 8 de mayo de 2009

"La princesa que creía en los cuentos de hadas"

Creí que dijiste qe todo lo que había en este valle era perfecto…
Lo que quiero decir es que es muy bonito pero cuando lo ves todo más de cerca, te das cuenta de que no es perfecto: Los arbustos no son tan verdes, los árboles son corrientes, el estanque no es tan claro como parece, hay insectos y… bueno, al menos éstas de aquí siguen teniendo buen aspecto –dijo agachándose para coger una fresa roja, brillante y carnosa, mostrándosela después a la bruja-, ésta es la única que sigue pareciendo perfecta.

Pero en el mismo instante en el que daba un mordisco al exquisito manjar, hizo un gesto de desaprobación con la boca:

-¡Es agria!, nada de lo que hay aquí es perfecto, nada de nada.

-Cariño, eres una experta en pasar por alto la grandeza de las cosas.

-Normalmente no, pero me dijiste que todo era perfecto, y no es cierto. Estoy muy decepcionada, esperaba que…

-La perfección, al igual que la belleza, depende de los ojos con que se mira.

La princesa estaba confundida:

-Pero cualquiera puede ver que ni los arbustos, ni los árboles, ni el estanque, ni las fresas son perfectos.

-Todo es como queremos que sea –dijo la bruja alentándola con sus palabras-. Eso es lo que hace que sea perfecto, y lo único imperfecto es tu manera de percibir la perfección.

La bruja siguió hablando, pero la princesa sólo oía algunos fragmentos sueltos ya qe estaba trastornada pensando que incluso su forma de percibir la perfección era, según parecía, imperfecta.

[…]



Os recomiendo éste libro. Con aspecto cursi pero una reflexion muy real.



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